Cuando las plantas no reciben suficiente agua comienzan a perder su rendimiento y detienen su crecimiento. A este proceso se le conoce como estrés hídrico y se ha convertido en un reto que debe enfrentar el sector agrícola, debido a las pérdidas que se han generado por esta condición. Por eso, es fundamental para el beneficio de la industria saber cuáles son sus consecuencias y cómo puede combatirse este fenómeno.
Factores determinantes
El estrés hídrico en las plantas es un fenómeno que se produce por la reducción de precipitaciones por largos períodos de tiempo, lo cual limita la provisión de agua que reciben las plantas y genera fatales consecuencias en el ambiente, sobre todo en el desarrollo de los cultivos.
La falta de este vital elemento se debe a diversos factores, entre ellos: altas temperaturas, fuertes vientos, baja humedad, superficies rocosas, impermeabilidad de los suelos, entre otras. Incluso, en los países con inviernos muy fríos puede haber grandes cantidades de agua, pero congelada, lo que impide que las raíces tengan una adecuada absorción.
Impacto en las plantaciones
La agricultura consume alrededor del 70% de los recursos hídricos del planeta, por lo que este es uno de los sectores más afectados por la escasez de agua, debido a que genera enormes pérdidas a los inversores y productores.
Este proceso se ha convertido en un obstáculo que bloquea el rendimiento y la calidad de los cultivos. Además, acelera el proceso de marchitamiento de las plantas, debido a que estas no reciben los nutrientes que normalmente necesitan.
Sin embargo, el avance de la tecnología ha permitido a diversos especialistas desarrollar alternativas que permiten mitigar los riesgos producidos por esta anomalía, que cada vez perjudica a más zonas.
Un método eficaz para combatir la sequía
Naturalmente, los vegetales pueden desarrollar durante su crecimiento distintos métodos de adaptación, sin embargo, uno de los más eficaces para evitar el estrés hídrico en las plantas es el poliacrilato de potasio, presente en productos como Hidrogel AT, un polímero que al ser hidratado se convierte en un gel que absorbe grandes cantidades de agua.
Esta novedosa solución ambiental biodegradable actúa como un depósito y es capaz de convertirla en un gel que libera agua paulatinamente, a medida que el suelo lo requiera, mejorando las propiedades de este y la aireación de las superficies donde son directamente implantados.
Otra de sus ventajas es que el Hidrogel no es tóxico, debido a que su composición no contiene acrilamidas ni metales pesados. De modo que la aplicación de esta técnica no solo está orientada a incrementar la productividad y optimizar los recursos gestionados, sino a proteger el planeta.
En esta era tecnológica, los agricultores tienen la oportunidad de aprovechar todas las bondades que les proveen estos avances, a fin de combatir problemáticas que una década atrás era imposible sobrellevar. Soluciones como el HidroGel AT contribuirán a que los grandes cultivos se mantengan hidratados y saludables pese a las condiciones y adversidades medioambientales.