Además de ser el principal elemento productivo en sectores como la agricultura, las plantas brindan un valioso aporte en la sustentabilidad de la vida. Por lo tanto, es importante aplicar métodos eficaces para que su crecimiento y desarrollo sea potenciado. En ese sentido, ¿cómo contribuyen los fertilizantes foliares a mantenerlas saludables y fuertes ante la constante degradación de los suelos? A continuación, algunos datos importantes acerca de este método:
¿Qué es un fertilizante foliar?
La fertilización foliar es una de las mejores técnicas para brindar a la planta, de manera directa, los nutrientes que necesita para su desarrollo pleno y sano.
Los fertilizantes foliares son especialmente útiles cuando el terreno de siembra no presenta las condiciones idóneas para dar el balance orgánico que la planta requiere. Por lo general, el fertilizante foliar viene granulado o en polvo para ser diluido en una cantidad de agua prescrita. Sin embargo, otros fabricantes prefieren la presentación líquida, lista para su aplicación.
En cuanto a su composición, los fertilizantes foliares pueden ser moléculas inorgánicas (nitratos, sulfatos, cloruros, etc.) o bien moléculas orgánicas (acetatos, quelatos, etc.), los tejidos vegetales son orgánicos y son más afines a moléculas orgánicas. La absorción de los nutrientes por parte de la planta será más rápida y eficiente mientras menor sea el tamaño molecular del fertilizante, en este aspecto, los acetatos presentan una ventaja por ser de menor tamaño que los quelatos u otras moléculas orgánicas.
¿Por qué es necesaria la fertilización foliar?
Los terrenos muchas veces presentan niveles de PH y/o humedad muy elevados o muy bajos. Otros terrenos tienen fertilidad deficiente. Estas condiciones precarias ponen en peligro las raíces y afectan la utilidad de la plantación. El proceso de fertilización con aplicación directa a las hojas corrige los daños en esas circunstancias y permite la asimilación nutritiva irregular o hasta radicularmente nula.
Existen casos donde solo se desea que las hojas y flores conserven los colores vivos por fines legítimamente estéticos, pero en otros criterios, el objetivo del agricultor es que la plantación fructifique pronto. Para ambas situaciones la fertilización foliar es un contribuyente eficiente.
Por otro lado, la fertilización mantiene al margen las “enfermedades” que afectan a las plantaciones y logra que los tallos cuenten con un desarrollo fuerte y sano.
Funcionamiento de este método
Con la ayuda de un aspersor –igual a los de uso pesticida- se aplica directamente a la hoja el producto fertilizante con una frecuencia bisemanal. La planta absorbe los ingredientes nutritivos a través del tejido foliar en beneficio de la planta en general.
Se recomienda la aplicación en horas tempranas o cercanas al ocaso de la tarde, donde la radiación solar y las temperaturas son bajas. Esto permitirá mayor absorción sin obstáculos atmosféricos que lo hagan inoperante.
Inocuidad de los fertilizantes y pesticidas
La combinación de algunos pesticidas con fertilizantes foliares no cuenta con efectos adversos, así que el mismo receptáculo de aplicación puede contener una concentración mixta. Saber esto es útil como forma de rebajar los costos en la ejecución del trabajo y aumentar el rendimiento a lo largo del tiempo.
La nutrición foliar brinda muchos más aportes que el esfuerzo invertido. El agricultor debe recordar que el método foliar no reemplaza de modo alguno la adición de nutrientes radiculares, pero la combinación de ambos será un excelente blindaje nutritivo.